Señales que invitan a investigar la Fe Bahá’í.

Cuando en nuestro andar nos encontramos en una encrucijada sin saber que ruta seguir, nos volvemos más observadores buscando señales que nos ayuden a encontrar el camino correcto.

Esas señales las buscamos cuando estamos perdidos en un bosque natural o cuando estamos perdidos en el bosque de la vida. Para los que nos hemos encontrado en ambas situaciones, sabemos lo que estamos diciendo. Esas pequeñas señales o coincidencias son importantes; nuestro futuro puede depender de ellas.

Les propongo que consideren las coincidencias que he estado señalando en una serie de entradas en este blog. Esas señales se encuentran en el camino espiritual de todos nosotros. Aquí van algunas.

1. Coincidencias o señales asociadas con la Biblia:

Entre las señales más contundentes están las profecías bíblicas. Para aquellos que no toman en serio las profecías (como fue mi caso) les invito a que las consideren como datos curiosos.  Si aplicamos las matemáticas a esas profecías vemos que las probabilidades de que ocurran al azar, de pura casualidad, son muy bajas por lo que debemos tomarlas muy en serio.

Las profecías se refieren a dos números: 2300 de Daniel (que lleva a 1844 según Miller y otros) y el 1260 en varios libros de la Biblia. Muchas culturas tienen su propio calendario: el Gregoriano es el que usamos en Occidente, en el cristianismo. El calendario musulmán es el que se usa en Medio Oriente, en Palestina y en muchos países árabes.

Los que esperaban la aparición de un Mesías en Persia, un país musulmán, la fecha que tenían era por supuesto el 1260. Aquí en Occidente la fecha es 1844. Diferentes iglesias ofrecen diferentes interpretaciones para esos números sin ver que se refieren a la misma fecha.

Es sorprendente que hace más de dos mil años, en el antiguo testamento ya aparecieran los números 2300 y 1260 como importantes ¿cómo sabían entonces que ahora en  el mundo habria dos calendarios el cristiano y el musulmán?

Dios es Justo y Misericordioso. A ambos pueblos les dio la misma fecha (1844 = 1260) en ambos calendarios para señalar la aparición de un nuevo Mesías.

En Occidente, muchos estudiosos bíblicos llegaron al año 1844 utilizando como punto de partida el 2300 que aparece en el libro de Daniel. Entre ellos el más prominente fue William (o Guillermo) Miller.  Los cálculos están explicados aquí pero si quiere más detalles busque esos cálculos en cualquier Iglesia Adventista. (Miller no fundó la Iglesia).

Para buscar la relación entre 1260 y 1844 es muy fácil. No hay que hacer ningún cálculo. Vaya a la página que convierte las fechas de un calendario en otro. Si pone 1260 en el calendario musulmán (Hijri) aparecerá el 1844 en el gregoriano y viceversa. ¡Es sorprendente! Así de fácil. Decida usted.

2. El telégrafo y el 23 de mayo de 1844.

Aunque no tan importante como la de los años que acabamos de mencionar, no deja de ser interesante lo que sucedió con el telégrafo. La era actual de las comunicaciones es importantísima. Es el medio que más ayuda a la unidad de la humanidad y con ello a la paz y todo comenzó con el telégrafo.

Pues sí. El telégrafo fue la primera conexión a nivel mundial. Antes, todo era a caballo (o tambores). El primer telégrafo se envió el 24 de mayo de 1844 y en ese día comenzó la Fe Bahá’í. En ese día el joven Báb anunció a su primer discípulo que Él era la puerta a la época de Unidad de la Humanidad y que pronto vendría otro mensajero, Bahá’u’lláh. 

3. El Monte Carmelo en Tierra Santa.

Esta es, decididamente otra señal en el camino de la búsqueda. ¿Cómo es que la Fe Bahá’í que comenzó en Persia (hoy Irán) tiene su Centro Mundial en las laderas del Monte Carmelo?, ¿Cómo llegaron allí, a ese antiguo Monte Sagrado donde se encuentra la cueva de Elías?

Como todos los fundadores de las grandes religiones universales, el Báb y Bahá’u’lláh también fueron perseguidos por traer nuevas enseñanzas. La historia de la Fe es muy hermosa y clara. Hay mucha evidencia. Recuerde que comenzó en 1844 y ya había hasta periódicos. Para un resúmen vaya aquí. En 1844 esa parte del mundo estaba bajo el dominio musulmán del Imperio Otomano. Los musulmanes persiguieron (y persiguen) a los baháis. A Bahá’u’lláh lo desterraron a la región más lejana del Imperio. Hoy esa región pertenece a Israel.

4. Los Templerios.

Los Templerios (no confundir con los Templarios de la Edad Media) fue un movimiento formado en Alemania con el propósito de promover la llegada de Jesucristo. Un grupo de ellos fue a Tierra Santa en 1863 y se asentaron al pie del Monte Carmelo a esperar la llegada del Mesías. Bahá’u’lláh llegó allí en esa fecha como prisionero del Imperio Otomano,  dos meses antes.

Hay otras señales. Si desea más información puede bajar un libro introductorio aquí o puede ir aquí también.